El término tortillera hace referencia a una mujer defectuosa, torcida, deforme. ¿Sirven de algo este tipo de prohibiciones ante la evidente desinformación popular?
El 👉 diccionario lésbico (sí ya sé… ¡eso existe! mira, pícale al link) dice que la palabra TORTILLERA es un término despectivo utilizado para nombrar a las lesbianas. Este tendría origen en el estereotipo colectivo de que somos desviadas, invertidas o torcidas. Proviene de la palabra TORTICERA del latín tortus que significa torcida, deforme o tuerta; por alguna mala pronunciación o por comodidad de la lengua, el insulto terminó aludiendo al aparato con el que éstas se fabrican, el cesto en el que se mantienen calientes o incluso a la señora que hace las tortillas.
¡Cállese, viejo tortillero!
Recientemente 👉 Facebook decidió vedar el uso de esta palabra, posiblemente para enfatizar su posición favoreciendo la inclusión y fomentando un espacio libre de expresiones que inciten al odio.
La primera ocasión en la que se tiene referencia de la palabra tortillera con su acepción lésbica es en 1830, en el Diccionario Español-Francés de M. Nuñez de Taboada en donde traducen la palabra francesa tríbade como tortillera, dándole la connotación de “mujer que abusa de otra”, siendo realmente “quien practica el tribadismo” su significado, esto en términos científicos se refiere a los tijeretazos.
Y tú:
“EEEEEHHHHHH… P*TO!!!”
Y es que la verdad parecemos niños chiquitos a los que hay que estarles llamando la atención, prohibiendoles cosas y poniéndoles sus estatequietos para evitar que peleen entre ellos. Basta conocer datos extraídos de un estudio firmado por Demos, en donde indica que a nivel internacional en tan solo tres semanas se llegaron a detectar 200 mil tweets agresivos, 80 mil de los cuales iban dirigidos hacia mujeres lesbianas.
Hace unos años, la Federación Mexicana de Fútbol prohibió el uso de la palabra PUTO en sus estadios, argumentando que con ella se promueve el odio hacia quienes no practicamos este deporte pero sí el de cachar granizo. Muchos fueron quienes salieron a la defensa de la bonita tradición de gritarle PUTO al portero del equipo contrario cuando este realiza un despeje, entre ellos el grupo mexicano Molotov, argumentando que dicho grito de batalla más que al homosexual, hace referencia a quien no brinca y quien no salta, al que no hace lo que quiere, al que nos quita la papa y también todo el que lo tapa; en pocas palabras, a la clase política cobarde y carente de integridad.
It Who Must Not Be Named
¿Pero sirve de algo la prohibición? En el 2013, la Suprema Corte de Justicia mexicana decretó que la palabra puto era una palabra homofóbica y que promovía la discriminación, decisión que fue respaldada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), por lo que si recibes este insulto y lo consideras meritorio puedes acercarte a cualquiera de estas dos instancias a recibir ayuda y orientación.
En el caso de la palabra puto en los estadios, era usada para incomodar al portero, en plan de juego y, si bien quien escribe esto la ha adoptado como un adjetivo más para así restarle poder, el grito era utilizado para ofender, llamando a un hombre débil o cobarde, asociando estas características con alguien homosexual, entendiendo esta falta de hombría (sic) como lo peor que le puede pasar a alguien: ser más mujer.
¿Crees tú que este tipo de medidas solucionen algo?
¿Sabes cómo reaccionar ante alguna agresión física, verbal o electrónica?
Para cuando terminé de escribir este artículo, el veto hacia la palabra ya había sido levantado. El pueblo bueno puede volver a escribir libremente la palabra tortillera al derecho y al revés, cosa que no pude comprobar sino hasta mucho más tarde, ya que hace poco más de un mes publiqué algo que ofendió a alguien, fui reportado y baneado por treinta días. Así las cosas.
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