¿En qué contexto es justificable la homofóbia? ¿el estar en contra de alguien, tacharlo de “plaga” y demandar su exterminio solo porque “te caga” todo lo que representa? ¿cuándo se justifica querer “meterles vergazos” para que entiendan?
Somewhere over the Rainbow.- En días pasados ciertas declaraciones de un aspirante a boxeador/luchador causaron revuelo en Twitter. Independientemente de la educación de cada persona, la manera de pensar, los valores con los que hayas sido criado o la manera en como te haya tratado la vida, nada justifica la discriminación, el odio ni la apología de la violencia contra minorías o sectores vulnerables de la comunidad. NA-DA.

No importa la educación de cada persona, la manera de pensar, los valores con los que hayas sido criado o la manera en como te haya tratado la vida, nada justifica el odio ni la violencia contra la comunidad.
Cada día es más visto que personas “comunes y corrientes” tengan sus 5 minutos de fama, los famosos vloggers son las celebridades de las nuevas generaciones: los idolatran y son líderes de opinión sin haber llegado siquiera a los 20 años de vida. La responsabilidad que cargan sobre sus hombros muchas veces sobrepasa la capacidad que estas figuras tienen para expresar sus ideas de manera correcta. Claro ejemplo, “la Mars” Aguirre (youtuber con la que, se supone, el pseudo deportista tendrá un video en breve), quien se hizo famosa por dejar de estudiar, pelearse con Adela Micha y Eugenio Derbez, pedir que “los pobres” se dejaran de reproducir… y por su capacidad de introducir condones –sí, condones– por su nariz. En lo personal concuerdo con algunas de sus ideas, no me parecen tan descabelladas. El punto es la manera de plantearlas. Al igual que el protagonista del Trend Topic del inicio de la nota, sus ideas quedan ahogadas entre prejuicios sociales, sonsonetes utilizados para encajar en determinado sector social y en el caso del medallista frustrado, un profundo odio por algo que no llega a comprender.
“Me cagan los putos gays, les tengo una pinche fobia”
Comienza un vídeo entre risas y con una entonación por demás molesta. El chico dentro de su automóvil relata el acoso que sufre a diario por parte de la comunidad LGBT+ (claramente en especial por parte de los gays/ bisexuales), que se ven atraídos por él de una manera incontenible. Para su suerte, al pasar por la sección de perfumes del Palacio de Hierro, “¡ah la verga!, un puto campo minado de puros gays; TODOS LOS GAYS DE PALACIO DE HIERRO, ALLÍ”. Relata que fue horrible. Y no lo dudo; suponiendo que lo que cuenta el atleta sea real y no un producto de su inflado ego, TODOS los gays de Palacio de Hierro lo miraban con bajos deseos, incitándolo a convertirse en un sodomita más allí entre las botellitas de Chanel y ante los atónitos ojillos del cocodrilo de Lacoste, TODOS anhelaban sentir su cuerpo semejante a un frasco de perfume de Jean Paul Gaultier.
El acoso y hostigamiento es algo con lo que debemos terminar sin importar por parte de quien venga o hacia quien vaya. “Me cagan. O sea, todo lo que hace su comunidad, todo lo que hacen ustedes, todo lo que representan, me caga.” ¡ALTO ALLÍ! ¿QUÉ? Tuve que ver varias veces esa parte para saber si entendía bien, tal vez soy yo muy mal pensado, pero en efecto, el chico está en contra de todo lo que hace una comunidad, todo lo que representa un grupo por el solo hecho de serlo. Así es, LE CAGAS 🙂

“Me cagan. O sea, todo lo que hace su comunidad, todo lo que hacen ustedes, todo lo que representan, me caga.”
“Homophobia is not a phobia. You’re not scared. You’re an asshole.”
El tipo llega a su casa y continúa con su diatriba contra “los putos gays”. Lo acosan, lo “pinches observan a una distancia”, lo siguen y van detrás de él. Si algo positivo trajo esta experiencia a la vida del adolescente regiomontano, es que ahora entiende “lo que sienten las mujeres cuando están en el antro y que llegan y les dicen de que «ah» que les tiran el pedo y que las viejas les dicen de que «no, no, no gracias» o la verga”. Para ser sincero espero que no sea necesario que el pseudo deportista tenga que ser víctima de discriminación u objeto de odio irracional para que entienda lo que viven a diario millones de homosexuales que son golpeados solo por ser quienes son, que son ilegales solo por amar a alguien de su mismo sexo, que son desaparecidos solo porque a individuos como él, “les caga todo lo que ellos representan”.

A diario homosexuales son golpeados por ser quienes son, son ilegales por amar, que son desaparecidos solo porque a individuos como él, “les caga todo lo que ellos representan”.
“Y la perra seguía y seguía…”
El olímpico que no llegará a serlo utiliza términos como “cacería”, habla de “meter vergazos” para hacer entender (aunque asegura que no lo puede hacer porque «luego empiezan a decir “es que soy gay y uhhh”, me cagan los putos gays. Me cagan»). Es un ser que transpira brutalidad, un humano que vive de los golpes y que piensa que la violencia es la solución para todo. “Yo se que Hitler era una muy mala persona” remata casi finalizando su vídeo, “pero en eso sí lo apoyo. Los putos gays son una plaga. Son algo que me caga, algo que me enferma, algo que nunca voy a entender. Me cagan. No puedo”. Alguien que justifica a un genocida no puede estar en pleno uso de sus facultades mentales.
Horas más tarde, por la noche de ese día difícil después de que el Comité Olímpico Mexicano se hubiera deslindado de él, el joven expuso una disculpa muy a su manera. En el vídeo se ve que no ha aprendido nada, se nota que la indulgencia que solicita es solo para cumplir un mero requisito, tal vez para continuar con su “prometedora carrera (yeah… right…)”, tal vez para evitar el acoso hacia él y sus seres queridos. Su recién abierta cuenta de Twitter mostraba uno tras otro retweets que el muchacho compartía de personas que compartían su pensar. Mucho se habló de libertad de expresión, pero al parecer no ha quedado claro que tal libertad acaba cuando se vulneran los derechos de individuos y cuando se promueve el odio. Se habló de que su palabras fueron sacadas de contexto, ¿qué contexto puede tener un discurso de odio que no sea el que todos vimos? ¿en qué contexto es justificable la homofóbia? ¿el estar en contra de alguien, tacharlo de “plaga” y demandar su exterminio solo porque “te caga” todo lo que representa? ¿querer “meterles vergazos” para que entiendan?
La comunidad LGBT+ se unió como pocas veces en contra del repudiable personaje. Eles, ges, bes, tes, haches, pes, qus… todos, todas y todes opinamos. Algunos indignados, otros incrédulos pensando que todo estaba armado, que era parte de una siniestra campaña publicitaria (es cierto, la realidad supera la ficción); varios dando un poco la razón -porque es cierto, ah como jodemos cuando un buga nos gusta-; muchos “insultando” diciéndole «maricón reprimido» (sin darse cuenta que promovían esa homofobia contra la que luchaban, sin estar conscientes que se convertían en el enemigo mismo al tildar a alguien de homosexual como si esto fuera un insulto).

La libertad de expresión se acaba cuando se vulneran los derechos de individuos y cuando se promueve un discurso de odio.
¿Ojo por ojo?
Al final, el luchador de 18 años se auto define de manera orgullosa como homofóbico –así soy y no puedo hacer nada-, y eso termina siendo, por lo menos para mi una bofetada. Su disculpa vino cuando sufrió por un día el acoso que sufre diariamente la comunidad de la que soy parte. UN PUTO DÍA. Hay personas que nunca se aceptan, que nunca aman con libertad, que viven con miedo, que viven muertos en vida rodeados de una familia que no los acepta, que son sometidos a tratamientos para “ser curados” y todo gracias a gente que ejerce “su libertad de expresión” de manera irresponsable. El día que escribo esto uno de los diarios más leídos de Yucatán escribe: «Vivimos en una sociedad tan decadente que ahora sino (sic) se les aplaude cualquier pendejada que hagan los puttos jotos de mierda eres un monstruo, un criminal, una basura de ser humano, desde el punto de vista médico está comprobado que la homosexualidad es una enfermedad, es lo mismo que la zoofilia, necrofilia o pedofilia, son personas que deberían estar internadas en un manicomio y ahora resulta que son “modelos de vida”. Bien por el boxeador y decirles sus verdades». Así, sin un gramo de inteligencia (y un nulo conocimiento de puntuación), un “periodista” anónimo hace gala de su odio y su ignorancia. ¿Qué tan podrida puede estar una sociedad cuando consume contenido de éste tipo? Si estás en desacuerdo con este tipo de periodismo, por favor, dale clic 👉aquí👈 y apóyame en esto.
Actualización: Cuatro días después de su puntada, el intento de luchador sigue queriendo llamar la atención con otro vídeo en Twitter en donde acusa a la comunidad LGBT+ de querer más polémica, más pinche drama, más vews a costa de él. Nos recuerda que también es una persona, también tiene una novia. Somos nosotros los que no lo entendemos, somos nosotros los que estamos buscando “drama” por no compartir sus disculpas y generar más odio. Al parecer no entiende lo grave de su acto, no entiende que no solo emitió su opinión e hizo uso de su libertad de expresión, hirió a una comunidad, propagó odio y violencia, reforzó rechazos, estereotipos y prejuicios, fomentó la discriminación y él mismo se puso en el lugar en el que está ahora.
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